La de Casilda y Pedro, qué bonito lugar este pueblo pesquero donde veranea la novia, allí en una casita blanca, un pequeño cottage en la ladera frente al mar.
Una mañana de junio encontré a Casilda en pijama, mientras @yolandadíezpeluqueria la maquillaba y peinaba para el gran día. Su perro Winston encaramado al sofá contemplaba muy atento todo lo que pasaba a su alrededor.
El vestido elegido por la novia, un modelo de Oscar de la Renta, blanco de manga larga con un motivo de hojas verdes muy original, esperaba colgado del quicio de la puerta el momento de ser estrenado y combinado con unas sandalias verdes de Flor de Asoka, un tocado de flores en blanco y verde de @masario.es y un ramillete de lirios de los valles, que remataba un estilismo muy natural y fácil de llevar. El toque nupcial lo puso el velo de gasa con el que se cubrió Casilda para acudir al altar.
Mientras tanto, Cecilia se ocupaba de retratar los preparativos del novio y su familia, que decidieron acudir a la Iglesia de la Asunción de Santa María dando un paseo por las calles del pueblo, para esperar allí la llegada de sus invitados. Precioso entorno para una boda sin mucho protocolo en la que todo fluyó de manera muy relajada.
La novia llegó puntual e hizo su entrada del brazo de su padre y padrino. Pedro y su madre ya la esperaban en el interior del templo, una iglesia única con un espectacular retablo, el escenario perfecto para una boda en la que se cuidaron todos los detalles: desde la decoración floral de @lasfloresdetadea, hasta la música en directo de @szamanamusic, el catering de @mahercatering o el dj de @fiebreeventos, todo estuvo perfecto.
A la salida de la iglesia los novios fueron recibidos con una muestra del folklore vasco, al estilo de Lekeitio, como la Eguzki dantza que bailan las mujeres la noche de San Juan. Desde la iglesia fuimos caminando con los recién casados y sus invitados hasta el Palacio de Zubieta y en sus maravillosos jardines aprovechamos para hacer una breve sesión de fotos con Casilda y Pedro, sentados junto a la ría en un momento de tranquilidad.
Luego vino el cóctel, las fotos de grupo con familiares y amigos, el banquete bajo la gran carpa, las sentidas palabras de los hermanos, un toque de emoción antes del inicio del baile. Un día gozoso, donde todos lo pasamos genial, incluidos los niños y los perros, que también fueron protagonistas de este reportaje gráfico de una boda muy divertida.
Espero que nuestras fotografías hayan captado el buen ambiente de un día tan especial.
Gracias Casilda y Pedro, sois un encanto y para nosotras ha sido un placer que nos hayáis elegido para realizar el reportaje de vuestra boda.
Un fuerte abrazo
Cecilia y Lucía.