...con su lunita plateada,
testigo de nuestro amor
bajo la noche callada…
Así nos recibió el barrio de Triana, con esta copla de Antonio Molina “Dos cruces”.
Tuvo que ser Sevilla. Suspendimos el viaje a Jordania que ya teníamos preparado porque la situación en Oriente medio desgraciadamente no invitaba a viajar por la zona. Así que, para consolarnos, volamos a Sevilla, una escapada de cuatro días, que valió la pena.
Sevilla tuvo que ser, reportaje fotográfico
Pasear por sus calles sin prisa, vagando por museos y jardines, probando las delicias de sus bodegas y bares de tapas fue una grata experiencia.
Comenzamos nuestro particular tour dedicando una mañana al Museo de Bellas Artes de Sevilla, un remanso de paz con un hermoso patio de columnas que alberga maravillas de los grandes maestros de la pintura española especialmente Francisco de Zurbarán y Bartolomé Esteban Murillo. También disfrutamos de algunas de reciente adquisición como el maravilloso retrato de Santa Catalina de Alejandría. Ante todos ellos puedes pasar horas de serena contemplación.
Aquí descubrí a otros autores como Martínez Montañés y su esplendida talla de San Bruno, realizada para la Cartuja y que ahora comparte espacio con los monjes de Zurbarán.
También me impresionaron los enormes lienzos de Domingo Martínez realizados en 1748 con motivo de los desfiles de máscaras, que festejaron la coronación del rey Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza.
"Una perfecta e inesperada destination wedding"
Pero nuestro paseo debía continuar y fuimos caminando hacia las Setas, con paradas en iglesias y conventos, palacios como el del Lebrija o el de Dueñas, que solo atisbamos desde la puerta, para llegarnos hasta la plaza de España, donde me esperaba otra buena sorpresa, mejor dicho dos: la lluvia sobre Sevilla y una novia oriental a la que no pude resistir la tentación de fotografiar en un escenario tan impresionante como el de esta plaza monumental, en la que se han rodado grandes películas como Lawrence de Arabia o Star Wars y series para televisión como “Juego de tronos”.
Al día siguiente dedicamos la mañana a visitar la Casa Pilatos y gozar del sonido de la fuente sentadas al sol en sus maravillosos patios. Mi querida Cecilia sufrió con paciencia, cual enanito de Amelie, el acoso fotográfico al que la tengo acostumbrada.
Ella también ha heredado mi pasión por la fotografía y esta ciudad tiene tanto que ofrecer, que ambas disfrutamos del paseo fotográfico por Iglesias, palacios y jardines para por fin terminar en los Reales Alcázares de Sevilla. ¡Oh decepción! Los jardines cerrados por causa del temporal que la semana anterior azotó la ciudad derribando gran número de árboles. Tuvimos que conformarnos con el patio de los naranjos.
Para quitar las penas no podía faltar una visita a un verdadero tablao andaluz y disfrutar en Rincones de Triana del sonido del cante, la guitarra y el baile flamenco.
El ultimo día nos fuimos a visitar la Cartuja y el Centro Andaluz de Arte contemporáneo, que nos recibió con una excelente muestra dedicada al mundo del grabado y la estampa.
Tendremos que volver para poder pasear por los jardines del Parque de Mª Luisa y visitar el cementerio de Sevilla, que guarda leyendas que son historia, una pura maravilla.
Espero que os guste este paseo sevillano a través de mis fotografías.
Gracias, ciudad del Guadalquivir
Lucía Laínz