Buscar la sombra en un tórrido día de pleno mes de julio para poder realizar el reportaje de la boda de Marta y Pablo. Menos mal que supieron elegir el mejor lugar y celebraron un momento tan especial en el Palacio de Caranceja, un remanso de paz en plena campiña, el escenario ideal para realizar nuestras fotos de una boda de verano made in Cantabria.
Afortunadamente la temperatura en una casona de piedra siempre se mantiene fresca y Marta se pudo preparar para el gran día en la amplia solana del palacio, donde empezamos nuestro reportaje fotográfico mientras el equipo de Salón Victoria se ocupaba de peinar a la novia.
Preparada y con la ayuda de las mujeres de la casa Marta se vistió con un estiloso modelo de Rosa Clará con escote cuadrado y manga francesa, muy cómodo y fácil de llevar. Completó su estilismo con unas sandalias de terciopelo granate de Flor de Asoka y un bouquet de peonías blancas de Rebolledo Floristas.
Y sin prisa, pero sin pausa pudimos hacer un par de retratos al novio con su madre, ya preparados para dirigirse a la iglesia.
Una boda en Cantabria de auténtico verano
Aunque el día fue muy caluroso, la sombra de los tejos junto a la iglesia de Casar de Periedo nos dio cobijo y así pudimos fotografiar la llegada de la novia, que hizo su entrada del brazo de su padre y emocionado padrino.
La música de Ravel Cantabria nos acompañó durante la ceremonia y al finalizar el acto retratamos a los recién casados con familiares y amigos ante el altar.
Rápidamente salieron Marta y Pablo, a tal velocidad, que solo pudimos sacar cuatro fotos bajo la lluvia de arroz. Tenían muchas ganas de regresar a Caranceja y disfrutar del cocktail.
Así pues, les dejamos un rato para hidratarse y recibir las felicitaciones de sus invitados antes de realizar una breve sesión de pareja, buscando la sombra del árbol más alejado, para tener un poco de intimidad y poder fotografiarles de una manera más relajada.
A continuación, el cocktail bajo la cotizada sombra de árboles y sombrillas.
Seguidamente llego el momento del banquete a golpe de abanicos y pai-pais para recibir la entrada de los novios en la carpa.
El sitting plan sobre la hiedra, la deco floral de las mesas, la excelente música de Versus DJ y todos los pequeños detalles preparados con mimo y muy buen gusto por el equipazo de Azul eventos hicieron que todo saliera genial.
Y pudimos hacer nuestro reportaje fotográfico de bodas en Cantabria de la mano de Luminare Videography, otra pareja de profesionales con los que da gusto trabajar.
Todo el mundo disfrutó: el catering delicioso servido por Oh La La, el padre de la novia sopló la vela de su cumpleaños y su mejor amiga recibió el ramo. Hubo flores para las madres y bonitas palabras para los novios, que iniciaron el baile sin demora e invitaron a todos a unirse a una fiesta, que debió durar hasta bien entrada la noche con tan buena música y mejor compañía.
Un placer haber estado allí para realizar este reportaje fotográfico de una boda de verano en Cantabria, que espero os guste tanto como a nosotras haberlo hecho.
Muchas gracias Marta y Pablo y todo el equipo que participó en este evento para recordar.
Lucía y Cecilia